Los funcionarios europeos deben ir con teléfonos antiespionaje a EE.UU.
La propia Comisión Europea ha confirmado que ha «actualizado» las reglas de viaje para misiones consideradas «sensibles»
Carlos Cuerpo viaja a Washington para reunirse con el secretario del Tesoro de EE.UU. en plena guerra comercial
La Comisión Europea está equipando con teléfonos desechables a todos los funcionarios que viajan a EE. UU. por temor a ser objeto de espionaje, como parte de las nuevas directrices emitidas por el ejecutivo comunitario, que también abogan por el uso de ordenadores simplificados, como ... ya es práctica habitual en los viajes oficiales a Ucrania o China.
En respuesta a una información publicada por el 'Financial Times', la propia Comisión ha confirmado que ha «actualizado» las reglas de viaje para misiones consideradas «sensibles», aunque sin dar detalles, probablemente teniendo en cuenta las relaciones tradicionales con Estados Unidos.
Las nuevas reglas recomiendan a todos los funcionarios que nada más entrar en Estados Unidos apaguen sus teléfonos y los guarden en una funda especial contra el espionaje. Según publica el 'Financial Times', los funcionarios explicaron que la guía para todo el personal que viaja a Estados Unidos incluye una recomendación de que apaguen los teléfonos en la frontera y los coloquen en fundas especiales para protegerlos del espionaje si se los deja desatendidos.
La obligación incluye también a los propios comisarios cuando viajen a cualquier lugar en Norteamérica, del mismo modo que ya estaban obligados a hacerlo cuando viajaban a China o a Ucrania. Ayer llegó el responsable comercial del bloque, Maros Sefcovicčpara reunirse con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick. A finales de este mes, otros tres comisarios tienen previsto viajar a Washington para reunirse con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Bruselas y Washington están enfrascados en conversaciones delicadas en una serie de áreas en las que a cualquiera de las partes le convendría recabar información sobre la otra.
Según recogen los datos de movimiento de viajeros, el número de turistas europeos que viajan a Estados Unidos se ha reducido en más de un 17% desde la vuelta de Trump.
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