

Carlo Ancelotti reivindica su mano izquierda: “Otros clubes me decían que usara el látigo; no soy capaz”
El entrenador italiano, con el futuro en el aire, defiende su forma de trabajar y ser con los jugadores, que apenas han reaccionado a sus llamadas al compromiso. Este miércoles, visita al Getafe


Roman Abramóvich, expresidente del Chelsea, ha sido uno de los dirigentes más duros con los que ha tenido que lidiar Carlo Ancelotti. El ruso lo despidió en 2011, después de dos temporadas en el banquillo, porque había sido “demasiado amable con los jugadores”, según concluyó el técnico en su libro Liderazgo tranquilo, donde cuenta que los jefes de aquel vestuario (Didier Drogba, John Terry o Frank Lampard) se lo llevaron a cenar y a tomar unas copas en Londres tras su último partido en el club blue. “Si salgo ganador es porque soy un tipo tranquilo; del mismo modo, si salgo perdedor también es porque soy un tipo tranquilo”, remataba el italiano en una publicación que recorre la primera etapa de su trayectoria como entrenador.
La reflexión tiene una década, pero Carletto recuperó, al menos, parte de este argumentario, casi una filosofía de vida, en la previa de la visita a Getafe (21.30, DAZN) en un momento en que su continuidad en el Bernabéu pende de un hilo, a la espera del desenlace en Liga y Copa. Sonó a reivindicación de una forma de trabajar y de ser en el tramo final de una campaña en que sus continuas llamadas al compromiso de los jugadores no han surtido mucho efecto. “Siempre que hay problemas, me hablan de mi mano izquierda. Pasó también en mi primera etapa en el Madrid. Demasiada mano izquierda…”, introdujo el preparador de Reggiolo cuando fue preguntado si, echando la vista atrás en este curso, hubiera sido más duro con la plantilla.
“Yo soy en la vida de mano izquierda porque nadie ha tenido relación conmigo con mano derecha. Ni mi padre, ni mis entrenadores ni mi profesor… Muchas veces, otros clubes me decían que debía usar el látigo. No soy capaz. Ficha a otro entrenador si crees que esa es la manera. Para mí, no lo es”, continuó. “Intento manejar las relaciones con las personas por lo que soy. Tú piensas que no me he enfadado esta temporada. Me he enfadado muchas veces, pero eso no significa tener mano dura. Mi carácter es mantener una relación abierta con las personas al mismo nivel. Para eso es fundamental tener respeto y ser respetado. Y aquí ha pasado, también ahora, cuando los momentos son complicados. Repito: hay que tener en cuenta al futbolista, que es un trabajo, y a la persona, que es lo que son”, añadió el técnico como una declaración de principios, aunque sí admitió, sin entrar en detalles, que asume “la responsabilidad de algunos errores”. Este martes, eso sí, se le notó más relajado, sonriente e, incluso, bromista. Nada que ver con la tensa comparecencia del pasado sábado, después de tres días en el centro de todos los análisis a cuenta de su futuro y por el rendimiento del equipo, muy inferior al Arsenal en Champions.
Defensor de la sugestión y el poder blando con los jugadores, las llamadas en público de Ancelotti a la actitud defensiva han sido casi diarias y las reuniones en Valdebebas con los cuatro atacantes (Vinicius, Mbappé, Rodrygo y Bellingham), muy habituales para reclamarles una mayor implicación. Sin embargo, la llama no ha prendido, salvo en contadas ocasiones. Con seis jornadas de Liga pendientes más la final de Copa del sábado en Sevilla frente al Barcelona, el italiano volvió a lanzar el mensaje: “Si tenemos equilibrio, se puede ganar”, insistió. Esta temporada, los blancos solo han dejado la portería a cero en el 37% de los encuentros del campeonato (12 de 32), lejos del 55% del curso pasado (21 de 38). “Nuestros problemas han sido evidentes: perdimos dos piezas atrás que nos costó reemplazar [Carvajal y Militão], cambiamos la idea de juego porque hay jugadores de distintas características y tuvimos dificultad para encontrar el equilibrio”, recalcó.
Llegados a este punto del año, la única vía de éxito para el Madrid pasa por dos condiciones que aún no ha logrado: ganarle al Barcelona en Copa y Liga, y enlazar una racha de triunfos de la que ha estado lejos hasta ahora. De momento, no ha vencido más de cinco partidos seguidos entre todas las competiciones (cuatro en Liga) y, si para levantar el campeonato necesita todos los puntos, su secuencia de victorias deberá estirarse hasta las ocho (al margen de la Copa). Este miércoles, en Getafe, todavía no contará con Kylian Mbappé, aunque sí espera tenerlo el sábado en La Cartuja.
Ancelotti se aproxima al juicio final con el recordatorio de que, si le quieren para el futuro, su método es la mano izquierda.
Clasificación
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
10
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41 | 32 | 10 | 11 | 11 |
11
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41 | 32 | 9 | 14 | 9 |
12
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39 | 32 | 10 | 9 | 13 |
13
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38 | 31 | 10 | 8 | 13 |
14
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38 | 32 | 9 | 11 | 12 |
Clasificación | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
![]() |
73 | 32 | 23 | 4 | 5 |
2
![]() |
69 | 32 | 21 | 6 | 5 |
3
![]() |
63 | 32 | 18 | 9 | 5 |
4
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57 | 32 | 15 | 12 | 5 |
5
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52 | 31 | 14 | 10 | 7 |
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